sábado, 25 de mayo de 2013

José Luis Sampedro



En el mes de abril se nos fue un joven de 96 años llamado José Luis Sampedro, escritor, economista y sobre todo humanista, símbolo del compromiso intelectual que luchó por una economía «más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos». Mi prima Carloti me manda desde Rentería, en una esquina del mapa de mi país, esta recopilación de palabras e ideas de este "anarquista literario" para que las comparta con los lectores de este blog. Espero que sus palabras os hagan reflexionar y soñar con un mundo mejor (menos peor, como diría Alejandro Agresti) del que tenemos en estos tiempos difíciles. Muito obrigado!!!, prima.


A José Luís Sampedro en el recuerdo…

He hecho una pequeña recopilación del pensamiento de José Luís Sampedro. Destacaría de él su humanismo y su humanidad en unos momentos en los que estamos viendo claramente como se ponen los intereses de una pequeña minoría por encima de la dignidad y la vida del resto de la Humanidad. En estos tiempos que escuchamos a tantos expertos e intelectuales a sueldo de los poderosos justificar todos sus crímenes y desmanes, Sampedro era uno de esos intelectuales honrados que renunció al dinero y la notoriedad para salvaguardar un pensamiento integro, honesto y humanista. En estos días donde lo que cuenta en los medios de comunicación es el espectáculo burdo y soez, la perdida de toda dignidad a cambio de un minuto de gloria, José Luís Sampedro se ha ido en silencio, tranquilo y con sobriedad.

Ha dado un ejemplo admirable de lucha hasta el final. Puso por encima de todo al hombre y a la vida en total oposición al dinero y la codicia. Él sí nos ha dado un concepto de austeridad verdadero, una austeridad voluntaria, no la austeridad falaz y selectiva que quiere empobrecernos en beneficio del enriquecimiento de la minoría responsable del actual desastre al que nos enfrentamos. Intentarán hacernos sentir culpables o intimidarnos. La culpa, el miedo, la represión y la mentira son sus armas. Unos valores que nos inculcan desde muy pequeños y que condicionan nuestro pensamiento y nuestros actos. A eso tiende también la actual reforma educativa. Hurta el conocimiento y las humanidades. Una técnica construida sobre la nada. Alejada de la personas y la realidad. Sin ninguna base histórica, acrítica y descontextualizada.

Algunos trazos del pensamiento que José Luís Sampedro nos ha legado:

“Desde la primera infancia, nos enseñan lo que nos dicen las autoridades, los padres, la mayoría, el cura… Primero a creer, y luego a razonar sobre lo que hemos creído. No; la libertad de pensamiento es justo al revés, es primero a razonar y luego creer en lo que nos ha parecido bien de lo que razonamos. Si usted no tiene libertad de pensamiento la libertad de expresión no tiene ningún valor”.

“La mayoría de las personas no llegamos a ser lo que podríamos ser. Porque el desarrollo no es ser tanto o mejor que los otros, sino todo lo que uno pueda llegar a ser. Casi nadie, yo el primero, llega a todo lo que pueda ser. Todavía soy aprendiz de mí mismo. Ojalá nos hiciera más humanos esta catástrofe [Fukushima], para sabernos miembros de la naturaleza y no dioses”.

 “En la infancia, llega un cura y mete en la cabeza dogmas. Eso empieza a condicionar el pensamiento y el pensamiento debe ser libre, más que la libertad de expresión. Si con la libertad de expresión lo que expresa es lo que le dicen que diga, no interesa. Lo que importa es lo que pensamos”.

“La solución a largo plazo de todo es la educación, la preparación de los seres humanos. Ahí sí tendríamos que hacer progreso y desarrollo. Lo primero es que la gente razone y piense por su cuenta. Nos están educando al revés, nos educan para producir y consumir. Nadie nos prepara para ser más humanos, para ser mejores. Dicen que no hay alternativa a este desarrollo, cómo que no: ser mejores en vez de tener más cosas. La alternativa es educar para ser mejores”.  

“La universidad con salsa boloñesa, es la muerte de la universidad. La universidad era un templo de sabiduría. Esto que hacen ahora es una escuela politécnica. Han dado la universidad a los financieros y los financieros lo que quieren es ganar dinero. Eso implica que lo que se enseña es saber hacer cosas, pero no saber cómo son las cosas”.

“El PIB no es la medida del bienestar”.

“Siempre que se use la palabra libertad hay que pensar para quién. La libertad para el pobre quiere decir que no me opriman. Pero la libertad para el rico es que me dejen las manos libres, que yo haré lo que me dé la gana y entonces explotaré a quien haga falta. Cuando me hablan de libertad recuerdo siempre el lema de la revolución francesa. La libertad vuela como las cometas. Vuela porque está atada. Usted coja una cometa y láncela, no vuela. Pero átela una cuerda y entonces resistirá al viento y subirá. Cuál es la cuerda de la cometa de la libertad: la igualdad y la fraternidad. Es decir, la libertad responsable frente a los demás”.

“[La injusticias no interesan] porque se han degradado los valores. Al declarar que todo es mercancía, que todo es dinero, que el PIB y la cultura son dinero… ¿Qué es la corrupción generalizada? Simplemente que hay hombres en venta y otros dispuestos a comprarlos. ¿Hay mayor degradación que esto? Hoy no se respeta nada: hay altos cargos jactándose de ser imputados y pensando que la gente cree que es un tío grande porque no lo para nadie. ¿Cómo puede ser un político imputado un ciudadano modelo? ”.

“La democracia no es el gobierno del pueblo en ningún sitio. ¿Qué se vota? Lo que nos hacen que votemos”.

“Lo que necesitamos es reeducarnos. Puede que catástrofes como la nuclear induzcan a pensar que lo que estamos haciendo no está bien. Se censura a los jóvenes porque no tienen sentido político. No es que pasen, es que quieren otra cosa. Mire usted, que cambiaremos es seguro. Otro mundo es seguro, la Historia es cambio. Ahora mismo pasamos por un momento que yo llamo de barbarie porque se han degradado todos esos valores [libertad, igualdad y fraternidad]. Es una etapa de desconcierto hacia otro modelo distinto. Esta cultura capitalista de cinco siglos ha agotado ya sus posibilidades”.

“El banquero es como el tigre, no es malo, devora porque es tigre. El banquero se forra contra quien sea porque es banquero, pero al banquero lo crea la sociedad, lo ensalza la sociedad que tiene como dios supremo el dinero. No es que sean malos, es que son banqueros todavía habrá que compadecerlos… ”.

“A los poderosos, cuantas más concesiones se les hace, más exigen, son insaciables”.

“El mercado está en manos de los poderosos. Dicen que el mercado es la libertad, pero a mí me gustaría saber qué libertad tiene en el mercado quien va sin un céntimo. Cuando se habla de la libertad hay que preguntarse: ¿la libertad de quién?”.

“[Los jóvenes] No tenéis derecho a recurrir a la violencia, porque tenéis la razón y el futuro. El sistema está roto y perdido, por eso tenéis futuro”.

“No es verdad que sean una generación perdida, por esto ahora estáis donde estáis. Estáis amargados, desconcertados, hace unos meses no estabais, pero ahora estáis presentes”.

“Es absolutamente esencial pensar en el futuro. Que la gente se lo crea. Una prueba del error actual es esta idea”.

“Conseguir un pensamiento libre en la sociedad actual es difícil porque la democracia está pervertida y secuestrada”.

“El partido que gobierne debería tener tres P: pueblo, plaza y palabra. La idea del pueblo para el pueblo”.

“El sistema actual está “dominado” por otras tres “palabras mágicas”: “Productividad, competitividad e innovación”, que deberían ser sustituidas por “repartición cooperación y recreación”.

“La juventud del 15-M, sin saberlo, ha logrado lo que no pudimos hacer nosotros: la ruptura del sistema”.

“Lo que ha ocurrido en Fukushima es el resultado de un exceso de confianza en el ser humano. Soy de los que hace años pensábamos que el desarrollo sostenible es mentira, que lo que llevamos adelante es insostenible”.

“Nos creemos dioses y hacemos lo que no podemos hacer, y que si fuésemos racionales no necesitaríamos hacer. Desde los tiempos de Grecia la humanidad ha progresado técnicamente de una manera fabulosa, pero no hemos aprendido a vivir en paz, a convivir, a no matar al vecino. Las palabras favoritas de esta cultura son productividad, innovación y competitividad. Somos muy poderosos en técnica y muy ignorantes y faltos de sabiduría. El exceso de ciencia no está compensado por la manera de usarla”.

“El intelectual, por definición, está en contra de las autoridades. Entre los economistas hay dos tipos: los que se dedican a hacer más ricos a los ricos y los que pretendemos hacer menos pobres a los pobres. Con los intelectuales literarios pasa lo mismo: los hay que dan la razón al ataque de Irak y los que estamos en contra. Aquello fue in crimen de lesa humanidad que no ha prescrito”.

“Una sola palabra: entropía. Todo lo que nace muere. Cuando nacemos empezamos a morir. Yo llevo 94 años viviendo, es decir, 94 años muriéndome. Es un proceso vital”.

¡Qué ustedes lo pasen bien!

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