sábado, 30 de junio de 2012

El enigma "João Gilberto"



JOÃO GILBERTO
ORGANIZADOR: Walter Garcia
EDITORIAL: Cosac Naify, 2012

Mezcla de fortuna crítica y homenaje, el libro "João Gilberto", que la editorial Cosac Naify ha publicado en este invierno tropical, cuenta con todo para poder transformarse en un hito, como "O Balanço da Bossa" (1968), de Augusto de Campos, o "Chega de Saudade" (1990), de Ruy Castro.

Organizado por Walter Garcia, profesor del Instituto de Estudios Brasileños de la Universidad de Sao Paulo (USP), bajo la coordinación de los editores Milton Ohata y Augusto Massi, el libro pretende reunir todo lo que ya se ha escrito de importante sobre Joao Gilberto y que estaba fuera de circulación.

Periodistas, musicólogos, músicos e investigadores fueron movilizados para poder exponer distintos ángulos del arte de Joao, su recepción en Francia, en Italia, en Japón, sus conexiones con la arquitectura y la literatura. Allí están las primeras entrevistas y perfiles de los años 50, las reseñas hechas con la emoción del momento, las declaraciones de músicos y socios y una entusiasta convocación del cronista Antonio María para que el lector fuera a escuchar al bahiano en su compañía, en un club nocturno en Copacabana.

"Este es un libro a favor", explica Ohata. Y ser a favor aquí, significa colocar en segundo plano el anecdotario que se adhirió a la figura de Joao. Olvídese del hombre que hizo que el gato se suicidara, que habla por teléfono en código Morse, que solo sabe reclamar del sonido y del aire acondicionado, etc. No es por casualidad, que hay en el libro una sección llamada "Antianecdotario".



Fuente:



Gaturro y el mundo del arte



Mira lo que tiene que hacer el gato argentino "Gaturro" para llamar la atención de su eterna enamorada y lo peor es que incluso asi no está consiguiendo su objetivo.

jueves, 28 de junio de 2012

1984



"1984" de George Orwell, un libro que nos muestra la distopía de un mundo controlado por el poder del Gran Hermano.




David Gistau




David Gistau (Madrid, 1970) es guionista de televisión, reportero de viajes, columnista y novelista español (Wikipedia dixit). Últimamente se confiesa  vacunado contra "El Umbralismo".


DAVID GISTAU Y EL UMBRALISMO


¿Qué haces para pulir tu propio estilo?

He aprendido con la edad. Los que hemos empezado en las columnas leyendo a Umbral hemos metido mucho la pata al escribir porque hemos tendido a la pirotecnia en el estilo. Creo que el gran aprendizaje mío personal en estos años ha sido renunciar al estilo, o por lo menos mitigarlo, y acordarme más del fondo, de la idea. Dar más importancia al pensamiento o a la idea que a la metáfora. Es una evolución que ha pulido un poco mi escritura, que la ha hecho menos pirotécnica, menos retórica, y tal vez, más madura. Pero insisto que es una evolución, porque el punto de arranque, y en esto me siento identificado con muchos periodistas que conozco, era el Umbralismo, la imitación de Umbral, y eso daba unos pastiches tremendos; porque Umbral es Umbral y cualquiera que lo imitara era ridículo.

Hay que saber estrujar bien el estilo como si fuera una toalla mojada, para que quede lo imprescindible, lo no ornamental.


http://conversacionescon.es/david-gistau-para-escribir-hay-que-estrujar-bien-el-estilo-como-si-fuera-una-toalla-mojada/

Eugenio D´Ors




Dejo aquí el último artículo publicado por Umbral en el periódico El Mundo. Era Julio de 2007 y apenas un mes después los lectores se quedaban sin los placeres y los días del cronista lírico, canalla y diletante. Él ya hacía tiempo que había escrito aquel poema/epitafio "Ya te ha pasado todo, ya le has tomado al tiempo su lánguido cuchillo y su agresivo ramo. Puedes morir despacio, dejando que la noche tome en tus ojos de oro forma definitiva.


El Mundo, Sábado 28 de Julio de 2007

LOS PLACERES Y LOS DIAS: 

Eugenio d'Ors

FRANCISCO UMBRAL


En aquel tiempo, por Madrid, los escritores iban de escritores por la calle, porque había una cultura general y viandante como había una pintura visible y catalogable. Ahora, si quieres conocer una verdadera cultura tienes que irte al fútbol. En el fútbol en seguida se aprende algo y los más eruditos recurren al Marca. Es cuando en los tranvías se oye decir al obreraje: «Pásate, macho, el Marca con las alineaciones».

Don Eugenio d'Ors había venido de Cuba a hospedarse directamente en la calle de Sacramento, pasando de largo por Cataluña, adonde dejó una señorita enamorada y nunca vista, que se llamó Teresa, conocida y desconocida en las Ramblas como la Bien Plantada. Teresa era más famosa en Barcelona que en Madrid. Un día fui a comprar un libro de D'Ors y me lo pusieron caro. Cuando le protesté al quiosquero, me dijo: «¿Caro por una peseta? Si lo supiera don Eugenio». Naturalmente, me llevé a casa el libro, que más que libro era un cuaderno de aquellos de Novelas y cuentos, que se habían vendido mucho cuando la guerra y luego los chicos seguimos vendiendo cuando la posguerra, que fue una época muy cultivada y muy dorsiana. Metido don Eugenio en el bochinche de los armados, un admirador le dijo en el café, aludiendo a su uniforme espectacular: «Se ve que le gustan a usted los uniformes, maestro». Y replica D'Ors: «Me gustan los uniformes siempre que sean multiformes».

El ingenio de D'Ors era más madrileño que catalán, y su talento pensante también. Así que no le costó nada ambientarse en Madrid, donde se le podía encontrar, en el Museo del Prado, de cinco a ocho, viviendo sus Tres horas en el Museo del Prado, yendo sin parar de sala en sala, visita que también explicaba, porque este catalán genial lo explicaba todo.

Las marquesas le invitaban a dar conferencias en su palacio solamente por ver cómo se vestía, que solía hacerlo a juego con el tema conferenciado. Así, para hablar de Goethe, se disfrazó de Goethe. En sus conferencias no se sabía qué atraía más, si la palabra o la aparición, porque lo suyo eran apariciones. Podemos decir que D'Ors promovió gloriosamente la cultura verbal de la época e hizo que esa cultura cobrase prestigio por un solo hombre y todos los que le imitaban. D'Ors no tuvo competencia de Ortega hasta mucho después, cuando ya se había retirado a su ermita marinera de la costa catalana, adonde subía y bajaba los pisos según la voluntad de su difícil escalera.

Al quiosquero a quien le compré el libro de Novelas y cuentos, reseñado aquí, le compraría yo más tarde “Oceanografía del tedio”, que es su libro más sugestivo y gratuito, libro ni de izquierdas ni de derechas sino arte por el arte, prosa pura que no se somete a la jerga de los periódicos sino al juego y el hallazgo que luego sí han inventado otros escritores.

Agotados sus hallazgos barrocos de última hora, tuvo que inventarse una hora penúltima de los que llamó indalianos, que tenían tanto de Dalí como del propio D'Ors. Porque D'Ors, perseguidor de vanguardias, como el propio Dalí, y ahí está la crisolinfa paladiana, o sea un surrealismo dorsiano del que conservamos viva memoria adolescente. Toda guerra promueve genios.





jueves, 7 de junio de 2012

Los libros del Sr. Morris



“Os fantásticos livros voadores do Senhor Morris Lessmore” é um curta-metragem que mistura fantasia e criatividade, utilizando a leitura como metáfora da longa viagem de nossa existência. Escolhi esta história sobre livros que voam, porque sempre gostei de ler e queria compartilhar com meus alunos a experiência renovadora que é mergulhar nas páginas de um livro, qualquer livro. Eles e elas assistiram as imagens de este curta-metragem e depois tiveram que inventar as palavras que explicassem esta história mágica e surpreendente. Confesso que gostei de todos os textos, já que todos conseguiram transmitir a emoção das imagens utilizando palavras, sintaxes e adjetivos. Escolhi os que tinham alguma coisa diferente, alguma reflexão íntima e sincera. E agora compartilho com todos vocês estas lindas historias de um mundo em preto e branco que um dia ficou colorido, graças a uns livros que voavam contando histórias a seus queridos leitores. Espero que você seja um deles. 

MAESTRO JUAN



Los libros del Sr. Morris (9º B)



UN MUNDO DIFERENTE

Era una vez el señor Morris que vivía en una pequeña ciudad. Él era escritor y se pasaba las tardes en el balcón, intentando escribir su nuevo libro. Como era su rutina después de comer se fue al balcón, sin embargo cuando llegó allí se dio cuenta que algo estaba extraño. El cielo estaba lleno de nubes negras cuando de repente llegó un terrible huracán y se llevó al señor Morris para otro mundo.

Los libros del Sr. Morris (9º A)



UN LIBRO SIN PALABRAS

Una vida vacía es lo mismo que un libro sin palabras. Tú haces tu historia, vives tu historia, después la dejas atrás para ser leída por otras personas. Un libro viejo que no es leído en algún momento se muere ya que no será recordado por nadie.

HELOISA

Los libros del Sr. Morris (8º B)



UN MUNDO MÁGICO

Esta es la historia de un hombre que le gustaba leer y escribir libros. Cierto día pasó algo fantástico! Hubo un vendaval muy fuerte que lo llevó hacia un mundo mágico… Un mundo donde leer era muy importante. Este vendaval hizo que un libro rojo se quedase totalmente en blanco, todo lo que estaba escrito simplemente se había perdido. En este nuevo mundo misterioso había libros mágicos que volaban. Estos libros estuvieron al lado de Morris toda su vida. Morris arregló un libro que estaba muy viejo, cayéndose a pedazos. Con el pasar del tiempo Morris escribía su historia en aquel libro rojo y como era de costumbre el libro, que contaba la historia de las personas, pasaban de uno a otro. Lo más curioso es que las fotos de estas personas estaban en la pared de una biblioteca.

ALINE BONATO

Los libros del Sr. Morris (8º A)



UN LUGAR SIN COLOR

El Señor Morris era un hombre solitario que le gustaba escribir libros, pero cierto día una gran tempestad se llevó todo, haciendo que la ciudad fuese parar a otro lugar totalmente sin color.
Pero el Señor Morris encuentra a una mujer volando con varios libros, entonces un libro viene a su encuentro y lo lleva a la casa de los libros.
El libro azul comienza a tocar el piano y Morris y los libros comienzan a bailar. Un cierto día Morris fue a coger un libro viejo, pero el libro se estropeó entonces Morris lo arregló y después de algunos días el Señor Morris comenzó a donar libros y conseguir que los colores volviesen de nuevo. El señor Morris se fue quedando viejo, y después se fue de la casa de los libros.

ISABELA SOARES

Los libros del Sr. Morris (7º C)




EL PARAÍSO DE LOS LIBROS

Un día el Señor Morris estaba escribiendo un libro y llegó una tempestad muy fuerte y se llevó las palabras de su libro. Cuando esta tempestad pasó vio que su libro estaba sin palabras, se quedó triste, su libro estaba en blanco. De repente vio una mujer con unos libros voladores en el cielo, el Señor Morris se quedó encantado. Estaba con su libro en blanco e intentó hacerlo volar, pero su libro no volaba. La muchacha le dio uno de sus libros y el libro llevó al Señor Morris al paraíso de los libros. Todos allí volaban. Entonces el libro del Señor Morris tocó una música y todos los libros bailaban con el Señor Morris, después una linda melodía sonaba por el aire.
Después de eso el Señor Morris comenzó a cuidar de los libros y estos pasaron a formar parte de su vida. El libro del Señor Morris lo despertaba y él les daba de desayunar, les cambiaba la portada y a ellos les gustaba volar.
Hasta que una mañana un gran libro necesitaba de su ayuda y por supuesto el Señor Morris lo ayudó. En su oficina abarrotada de libros estaba arreglando el enorme libro cuando consiguió terminar de arreglarlo el acabó entrando dentro, y caminaba sobre las palabras, bailaba , fue increíble. Cuando terminó este viaje dentro del libro, se cayó sobre un libro cama, y los otros aplaudieron  y se fueron a dormir. Por la mañana decidió escribir el libro que estaba en blanco mientras los otros volaban. Poco a poco fue terminando el libro y las personas adoptaban los libros, cada persona que tenía un libro, ganaba un color.
Cuando se quedó muy viejo terminó el libro. Y por la pasión que los libros tenían por el Señor Morris lo hicieron volar. Todos se quedaron tristes … pero una niña continuó con esta historia mágica.

ANA VICTORIA

Los libros del Sr. Morris (7º B)



EL SEÑOR BOLOTA

Era un día bonito y claro, yo estaba en el balcón escribiendo un libro hasta que empezó un temporal muy fuerte, y fui llevado por el viento, con las casas y los automóviles. Mi libro estaba en blanco sin nada  y me quedé confuso, estaba todo de cabeza para bajo, hasta que apareció una mujer con varios libros volando, un libro vino hasta mí y se presentó como el “Señor Bolota”, lo seguí hasta un lugar lleno de libros voladores y felices. Me quedé observando cada detalle, vi al Señor Bolota tocando el piano, y en seguida entré en ritmo y al final todos me aplaudieron. Me levanté temprano y di comida a los libros, los vestí y todos salieron a jugar, mas tarde vi un libro viejo, casi muriendo, comencé a arreglarlo pero solamente leyéndolo entré dentro de la historia y eso le dio vida.
Todos se fueron a dormir y comencé a escribir en el libro. Los días se fueron pasando, jugábamos y cuando alguien cogía un libro, acababa formando parte de él. Tardé mucho tiempo pero terminé de escribir, fue andar, cogí mi sombrero, anduve hasta la puerta y me renové y descubrí el sentido de mi vida, escribir un libro, y cuando terminé ese libro, formaba parte de mí en un lugar de esta casa y ese ciclo fue cumplido y muchos libros fueron escritos con una parte de cada uno.

María Eduarda Colla

Los libros del Sr. Morris (7º A)



UNA CIUDAD SIN VIDA

Era una vez en una ciudad sin vida, sin alegría que vivía en blanco y negro noche y día y un hombre, el señor Morris escribía libros y una montaña llegó a formar hasta que un cierto día, cuando estaba terminando un libro un torbellino muy fuerte arrasó la ciudad e intentó coger los libros pero no lo consiguió y cuando vio su libro, aquel que estaba casi completo, las palabras se habían ido y las hojas de los otros libros se perdieron por el camino y él siguió ese camino y fue entonces que vio una linda chica, siendo cargada por libros voladores y él intentó dar su amado libro para ella, pero el libro no consiguió volar y fue entonces que la bella muchacha le dio uno de sus libros y el libro tenía figuras bellísimas de un “hombre huevo” que llevó al señor Morris a una casa, o mejor dicho a una biblioteca, ya que allí había libros y libros y libros y todos volaban, bailaban, comían cereales de letritas y él se quedó allí cuidando de los libros y protegiéndolos, cambiando el color de sus portadas que deberían usar y dando vida y color a las personas de la ciudad, ya que quien leía un libro volador se iluminaba con un color y su amigo el libro huevo le daba consejos y lo ayudaba en todo y él después de hacer una cirugía en un libro viejito se dio cuenta de lo que se estaba perdiendo y percibió que necesitaba escribir en otros libros y él escribió la historia de la vida de ellos, de cómo pasó del blanco y negro para los colores, de cómo hizo grandes amigos y de cómo vio a la mujer fantásticamente bella y los libros lo llevaron para un lugar, una tierra, un paraíso que nadie que no tuviese cuidado de los libros vio y él mandó al libro buscar a alguien y esa persona vino, una niña bonita que comenzó a cuidar de los libros después de que el Señor Morris partió.

RAISSA


Los libros del Sr. Morris (6º C)



UN MUNDO EXTRAÑO

Morris Lesmore en el balcón del cuarto de un hotel calmamente leía sus libros y también escribía en ellos cuando un huracán sale devastando la ciudad, casas volando y él consigue agarrarse a un poste. Después intenta recuperar el libro rodeando una de las casas dentro del huracán.
Morris cae en un mundo extraño, todo en blanco y negro con todo devastado a su alrededor. Las personas pensativas intentan descubrir donde están y porque están en ese lugar.
Cuando percibe que todas las letras de los libros no están más allí. Va caminando. Ve una mujer agarrada a varios libros y todo vuelve a tener color nuevamente. Va en dirección a una biblioteca dónde sólo hay libros. Observa un libro tocando un piano y comienza  a bailar con los libros y todos aplauden y se va a dormir. Por la mañana alimenta los libros con cereales de letras, portadas como ropas. Él va a arreglar un libro, uno de los más viejos. Pasa otros días escribiendo en su libro, dando libros a las personas. Muy viejo acaba su libro, el cual escribió toda la vida. En la puerta de la biblioteca, los libros lo rodean y él se queda joven nuevamente. Una niña se aproxima de la biblioteca, el libro va a su brazo y ella se queda toda colorida.

Igor 

Los libros del Sr. Morris (6º A)



EL MUNDO DE LOS LIBROS

Era una vez un hombre que estaba sentado en una silla escribiendo un libro y de repente estalla un huracán que se lleva todo para un lugar, pero ¿qué lugar es ese? Es un lugar llamado “El mundo de los libros”. Cuando Morris abre su libro está en blanco, es decir las letras se habían ido, entonces él se queda triste y sale andando por la ciudad encontrándose “La casa de los libros” y se queda a vivir allí hasta su vejez y así un bello día se apoya en la puerta y algunos libros voladores incluyendo el suyo lo llevan por el cielo. Ahí una niña llega después que él se había ido con sus libros. Ella entra en casa y todo comienza de nuevo.

THEREZA RAQUEL

martes, 5 de junio de 2012

El Rey de España de visita en Brasil



El País, Martes 5 de Junio de 2012

“España tiene solidez para superar la crisis”, proclama el Rey en Brasil

Don Juan Carlos asegura que las reformas emprendidas por el Gobierno “no tardarán en dar fruto”

MIGUEL GONZÁLEZ - Brasilia

domingo, 3 de junio de 2012

Triste alegría



Aquí os dejo "La mujer del ascensor" un poema inédito de Carlos Drummond de Andrade (traducido por mí al español), que será publicado en breve por la editorial brasileña Cosac Naify y que formará parte del libro titulado "Triste Alegría".


LA MUJER DEL ASCENSOR

La que se quedó allí lejos, en la gran ciudad...
La que yo vi apenas un minuto, un minuto solamente,
en el acensor que subía.
Con que nostalgia inédita me acuerdo
de la que no fue ni una sombra, una sombra fugaz,
en mi destino.
De la que se quedó, sonriendo, con un poco de mí,
con un poco de mi ser anónymo y vulgar,
a miles de kilómetros en la gran ciudad.

Carlos Drummond de Andrade

La gripe



He estado más de una semana sobrellevando una gripe traicionera, que llegó sin avisar el fin de semana pasado, lo que me ha impedido escribir en este diario virtual algunas palabras en español, que llegan a mi cabeza y se van rápidamente si no consigo atraparlas en la pantalla del ordenador.

Cuando estaba tremendamente "gripado" pensé en escribir algo sobre esta enfermedad invernal y febril, pero mis neuronas estaban tomando antipirona y apracur y se negaban a pensar en nada. Entonces recordé al escritor Juan José Millás y busqué en google algún artículo suyo sobre este tema para leerlo en las clases de español y de casualidad descubrí que la primera columna que escribrió en el periódico el País el 23 de febrero de 1990 se titulaba así: "La gripe". Espero que os guste.


La gripe viene de Asia; los fantasmas, del armario; el terror, de las sombras. La gripe es un proceso. Un día, después de comer, empiezas, a mirar las cosas con cierta extrañeza. Te parece que tus compañeros de trabajo se mueven a una velocidad excesiva; además, no tienen frío, mientras que tú, desde hace dos o tres horas, sientes en la espalda -tan deshabitada habitualmente- un movimiento especial, como si alguien hubiera abierto una ventana a la altura de los riñones. Los muebles del despacho son opacos; no comunican nada, excepto esta voluntad intransitiva. En la calle, los coches y la gente arrastran una pesadez mortal. Parecen manejados a distancia por un mecánico poco hábil. A lo mejor no te has dado cuenta todavía de que tienes fiebre, pero lo cierto es que las articulaciones de tu cuerpo han empezado a enviar leves mensajes de aflicción que se traducen en un estado de ánimo que tiende a la indiferencia. Al acostarte, te has encogido con placer y tu mujer te ha dicho que estás ardiendo. Estás ardiendo. Mañana tenías un compromiso importante y te hace gracia pensar que el compromiso no te importa nada, como el resto de la realidad.Los huesos todavía no te duelen demasiado, de manera que fantaseas con que vas a poder leer. Tres días de cama, dos novelas. No acabas de coger el sueño, ahora estás algo excitado. Haces un repaso de la semana y te sorprendes de la pasión que has puesto en placeres absurdos, perecederos. Te duermes y sueñas los pasos de tu madre en el pasillo. Eres un niño y el mundo no depende de ti. Puedes ser irresponsable y eso te proporciona un latigazo de felicidad. Te encoges un poco más y notas los dedos de tu madre en la frente. Algo así no puede venir de Asia; tiene que proceder de lo más hondo de uno mismo, como los fantasmas que parecen salir del armario, como el terror que emerge de las sombras. En fin.