viernes, 13 de mayo de 2011

El niño que nunca había sonreído (Cuento)




En la Apostila de Nono Ano había una actividad bastante interesante. Se trataba de escribir un cuento utilizando las siguientes expresiones:

Era una vez, entonces, mientras y al final de todo.

A priori parecía una tarea sencilla, pero después tratar de inventarla y que fuese bonita fue más dificil. La foto que encontré en internet para ilustrar esta historia apareció después. Espero que os guste y os haga reir.


EL NIÑO QUE NUNCA HABÍA SONREÍDO

Era una vez un niño que nunca había sonreído, sin embargo tenía una mirada inteligente y le gustaba caminar solitario por las afueras de la ciudad. A veces, antes de volver a casa le sorprendía el atardecer y entonces se sentaba en el banco del parque a contemplar cómo se iban apagando muy despacio los colores. El cielo rojizo y anaranjado lo dejaba desconcertado un poco y entonces pensaba en todas las cosas importantes que todavía le faltaba por hacer: viajar, enamorarse de alguien, escribir un libro, aprender a jugar al ajedrez…

Mientras imaginaba todo esto, se le acercó un elefante azul, que pasaba por allí y el niño le preguntó: “¿Cómo te llamas?” y el elefante azul le respondió: “Lupi”. “Mucho gusto, Lupi, yo soy el niño que nunca ha sonreído”.

Entonces, Lupi, el elefante azul le preguntó al niño si sabía porque los elefantes tenían dos agujeros en la trompa y como no lo sabía, el elefante azul le explicó que un agujero de la trompa era para el agua fría y otro para el agua caliente y aunque tampoco esta vez el niño sonrió, los dos, niño y elefante se hicieron amigos.

Al final, después de todo lo importante no es sonreír sino tener amigos que quieran verte reír.

2 comentarios:

  1. Me alegro Marcos Y. que te haya gustado la historia de este niño que no sonreía, aunque/mesmo que lo importante no es reir sin motivos sino tener amigos que te hagan reir.

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